La carpa es uno de los peces más extendidos de todo el mundo, ya que se ha criado con fines ornamentales y alimenticios en estanques y viveros. Así, los criadores chinos de carpas, y posteriormente los japoneses, encontraban de vez en cuando algunas curiosamente coloreadas. Tuvieron la prudencia de aislar estos ejemplares y criarlos para fines ornamentales. Posteriormente, por medio de los cruces adecuados, se ha conseguido una gran variedad de coloraciones.
Presenta un cuerpo robusto y poco comprimido, ligeramente curvado en la región ventral y completamente cubierto de gruesas escamas. Las aletas dorsal y anal tienen una espina aserrada en la parte anterior, que es muy característica de esta especie. Bajo la boca suele presentar barbillones sensitivos, y posee dientes faríngeos.
Las grandes carpas pueden superar los 100 centímetros de longitud y los 30 kilogramos de peso.
La carpa es principalmente herbívora, ingiriendo el sustrato vegetal de los fondos poco profundos, aunque también incluye en su dieta pequeños moluscos, crustáceos y larvas de insectos.
En la época de reproducción buscan aguas poco profundas para desovar. Cada hembra puede depositar cerca de medio millón de huevos, en dos o tres desoves que tienen lugar cada dos semanas. Los huevos eclosionarán, dependiendo de las condiciones ambientales, en 3 u 8 días.
Está incluida en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Resiste una gran variedad de condiciones climáticas y son animales muy longevos, que pueden vivir más de 65 años.
Rev: septiembre-14
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