El lucio europeo tiene un cuerpo largo, de forma casi cilíndrica. La cabeza, relativamente larga, tiene una boca con forma de pico de pato que se abre hacia arriba. La aleta dorsal, de tamaño relativamente largo, se extiende hacia atrás.
El color varía con el hábitat, la espalda es normalmente de color verde-café, la coloración cambia hacia tonos más claros acercándose al vientre blanco. Las mandíbulas están provistas de dientes especializados, al igual que la lengua y los arcos de las agallas. El lucio posee entre 110 y 130 pequeñas escamas a lo largo de la línea lateral.
El tamaño promedio está situado entre unos 50 cm y 1 metro. Existen ejemplares de hasta metro y medio y pesos de hasta 25 kg. El tamaño máximo mencionado arriba normalmente es solamente alcanzado por la hembra, el macho no alcanza más de 90 cm.
El lucio es un pez de hábitat firme al que le gusta estar cerca de la orilla en aguas corrientes, lagos y grandes estanques. Prefiere las orillas con chamiza y otras posibilidades de esconderse, como troncos, raíces, rocas, puentes, vegetación. Necesita una calidad de agua buena para prosperar, así como agua fresca, nivel estable de las aguas, abundancia de peces pasto y abundancia de vegetación.
Se encuentra en la mayor parte de la península ibérica, excepto en Galicia, con mayor abundancia en los embalses del Júcar, ríos castellanos, leoneses y extremeños.Ej.: pantano de Cíjara.
Fue introducida en los años 50 por la Administración para la pesca deportiva, y ha sido traslocado a muchos lugares de la península. Actualmente constituye una amenaza importante para la conservación de la biodiversidad por su impacto sobre la ictiofauna autóctona, así como sobre anfibios, reptiles ligados a ecosistemas acuáticos e incluso avifauna
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